Diciembre en México huele a ponche, se escuchan villancicos y se vive entre posadas, brindis y cenas donde los romeritos, el bacalao y las carnes se vuelven protagonistas. Es una época para disfrutar… pero también es muy fácil terminar enero sintiéndote pesado, cansado y con la sensación de haber dejado en el suelo todo lo que lograste en el año.
La buena noticia: no tienes que elegir entre “cuidarte” o “disfrutar”. Puedes seguir comiendo platillos típicos decembrinos, mantener una relación sana con la comida y usar las instalaciones de Sportium para que tu cuerpo se mantenga fuerte, activo y ligero en plena temporada navideña.
El verdadero reto de diciembre: no es la comida, es el “todo o nada”
Muchas veces diciembre se vive así:
- “Ya vienen las posadas… mejor en enero vuelvo al gimnasio.”
- “Ni modo, este mes sí voy a subir de peso, luego lo bajo.”
Ese pensamiento de “todo o nada” es el que más complica las cosas. No engordas por una cena, ni pierdes tu condición física por faltar dos entrenamientos. Lo que pesa son semanas completas sin moverte, más si entras en un “modo buffet” diario donde dejas de escuchar a tu cuerpo.
Tu objetivo en diciembre no es llevar una dieta perfecta, sino:
- Mantenerte en movimiento de forma constante.
- Elegir con intención qué vas a disfrutar en cada reunión.
- Evitar la culpa y enfocarte en sentirte bien, no solo en “compensar calorías”.
Aquí es donde Sportium se vuelve tu base: un lugar donde puedes seguir entrenando bajo techo, con gimnasio completo, zona funcional, bike, box, alberca techada y canchas deportivas en clubes de CDMX y EdoMex.

La temporada decembrina tiene un impacto real en los hábitos de salud:
- Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), más del 60% de los adultos mexicanos reportan un aumento de peso durante las fiestas de fin de año, con un promedio de entre 1 y 3 kilos adicionales.
- Estudios publicados en el New England Journal of Medicine muestran que el aumento de peso en diciembre puede parecer pequeño, pero tiende a mantenerse durante el resto del año si no se corrige con actividad física y alimentación consciente.
- Investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que la disminución de actividad física en periodos festivos incrementa el riesgo de fatiga, insomnio y desajustes metabólicos.
Estos datos confirman que el reto no es un solo platillo, sino la suma de excesos y la falta de movimiento constante.
Platillos típicos decembrinos que sí pueden estar en tu mesa
En una cena navideña mexicana es normal encontrar:
- Romeritos con mole y tortitas de camarón
- Bacalao a la vizcaína
- Pierna o lomo adobado
- Pozole o tamales
- Ensalada de manzana o de coditos
- Buñuelos, conchas, rosca, galletas
- Ponche, atole, chocolate caliente
Más que demonizar platillos, vale la pena preguntarte: “¿Cómo lo puedo disfrutar con una porción consciente y sin llegar al extremo?”
Porque el objetivo no es comer poquito y sufrir, sino comer con atención y seguir mandándole a tu cuerpo el mensaje de que lo cuidas.
Tu plato navideño en modo equilibrio
Imagina tu plato como un círculo dividido en tres partes:
- ½ plato: verduras y ensaladas “reales”
- ¼ de plato: proteína (bacalao, pavo, pierna/lomo, carne del pozole)
- ¼ de plato: carbohidratos (tortillas, pan, tamales, romeritos con mole)
Algunos hacks prácticos:
- Si sabes que amas los romeritos, hazlos tu carbohidrato principal y reduce el pan.
- Si mueres por carnes, acompáñalos con verdura y agua simple.
- Si tu gran debilidad es la ensalada de manzana, sírvete una porción moderada y evita repetir pan o galletas.
Entrenar en diciembre no es castigo; es tu mejor herramienta para:
- Mantener tu metabolismo activo.
- Dormir mejor (aunque haya desveladas).
- Bajar niveles de estrés y ansiedad típicos de cierre de año.
- Sentirte fuerte para convivencias, viajes y reuniones.
Estrategia realista para diciembre
No necesitas entrenar todos los días ni vivir a base de ensaladas. Lo que sí ayuda es tener acuerdos claros contigo:
- Entrenar al menos 3 veces por semana.
- No pasar dos días seguidos totalmente inactivo.
- Ajustar sin castigarte: si hubo dos posadas seguidas, prioriza entrenamientos dinámicos y ligeros.
Cada vez que entrenas, incluso en un mes complejo, tu cerebro registra: “Yo soy la persona que se sigue cuidando, incluso en temporada difícil.”

Tips prácticos para posadas y cenas sin culpa
- No llegues en ayunas.
- Empieza por la verdura.
- Elige tus “alimentos estrellas” de la noche.
- Ponche y bebidas con intención.
- Come despacio y chequea tu cuerpo.
- Evita llenar el refri con recalentado excesivo.
Recuerda: comer de todo con atención es muy distinto a comer de todo en modo automático.
Diciembre no es un mes para perder lo logrado, sino para demostrarte que puedes mantener el equilibrio incluso en momentos de abundancia.
No se trata de renunciar a los romeritos, al bacalao o al ponche. Se trata de disfrutarlos con conciencia, mientras sigues en movimiento y le recuerdas a tu cuerpo que cuidarte también es una forma de celebrar.
Para seguir aprendiendo sobre motivación y ejercicios, explora las redes sociales y el blog de Sportium.
